El Efecto Dominó : Pérdida sucesiva de inmuebles catalogados en la ROMA

Por la autorización de la demolición de una casa catalogada y la construcción de un edificio de ocho niveles en el predio que la primera ocupaba (conservando únicamente a manera anecdótica y casi burlona, la fachada de la casa marcada con el número 267 de la calle de Tabasco) se ha desatado un efecto dominó. El edificio de OCHO niveles provocó daños a la casa contigua de la misma calle de Tabasco, la número 265. Ahora también en este lote se levantará un edificio de siete niveles. En la misma secuencia, la casa contigua de Tabasco 263 (ver foto) excelente ejemplar de arquitectura ecléctica empieza ya a presentar daños estructurales por la misma razón por la que sucumbió la 265. El efecto dominó : la primera demolición de una casa catalogada y la consiguiente construcción de un edificio ahora cobra tres casas más. No sólo se perdió el estupendo conjunto de dos casas art-nouveau en espejo (la 267 y 265 de Tabasco) sino que peor aún al costado oriente de la misma casa de Tabasco 263, se levanta también una nueva torre de edificios de 8 niveles en el número 261. 

La cintilla urbana y el ritmo compositivo de la estrecha calle se altera de forma grotezca. La densificación de la colonia parece imparable. Los moradores de la casa de tabasco 263 intentan sobrevivir y preservar su patrimonio personal y arquitectónico. ¿Acaso se trata de echar de sus casas a los antiguos moradores de la Colonia ROMA? ¿Cuándo o quién parará esta voraz depredación del suelo y del patrimonio?

Aquí la nota del propietario de la Casa de Tabasco Num. 263... leer más...

CASA TABASCO 263 (CATALOGADA POR EL I.N.B.A.) VICTIMADA POR DOS DEMOLICIONES CONTIGUAS

DOS DEMOLICIONES, UNA A CADA LADO DE ESTA CASA, DESTRUYEN SISTEMATICAMENTE EL INMUEBLE, LA SALUD DEL PROPIETARIO Y LA DE SU ESPOSA E HIJOS.

¡Otra demolición! (ahora en el lote contiguo de Tabasco 261) que representa antisalud, aética, molestias y hasta falta de libertades, afectan la casa ubicada en la calle de Tabasco 263, colonia Roma Norte, entre Insurgentes y Medellín. Obra que lesiona esta casa que es una casa protegida tanto por la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio Inmueble del I. N. B. A. como por la Dirección de Sitios Patrimoniales de la SEDUVI. Protección que parece mas bien una ironía, cuando no un crimen de connivencia con los inmobiliarios, los cuales arrasan como neo-bárbaros que asolan a la colonia Roma, sin que las instancias legales hagan algo para frenarlos, sino al contrario los alientan a desarrollar edificios, como máquinas de guerra que destruyen el patrimonio inmobiliario de esta zona. La voracidad de los desarrolladores inmobiliarios, la indiferencia de algunas autoridades y la corrupción de otras, merman ya el 65% del patrimonio arquitectónico de esta emblemática colonia del Distrito Federal, la Roma, atacada ahora por los bárbaros neo-éditos inmobiliarios que causan un perpetuo terremoto destructivo de efecto dominó con sus demoliciones y construcciones multipisos, matando no sólo el paisaje urbano coloniaromano, sino afectando a sus habitantes y asesinando la herencia inmobiliaria que debiera conservarse con esmero y amor para las presentes y futuras generaciones.
Esta demolición se suma a la realizada en el lote contiguo, del lado derecho de esta casa, en el número 265, previa ya la construcción de un edificio en el número 267, que era una casa también protegida y cuya edificación de 8 pisos ha tenido un efecto de dominó que desde entonces (hace ya cinco años) agrieta la casa de Tabasco 263, efecto dominó que proseguirá con la construcción en el lote de Tabasco 265 y ahora rematará la destrucción de este patrimonio con la construcción de otro edificio en el número 261, dado que, por la demolición de lo que fuera la casa ubicada en el número 265, (contigua también a Tabasco 263) la mencionada casa de T263 se afectó grandemente, al efectuar no sólo la demolición con máquinas, sino con la colocación de pilotes que cimbraron, destruyeron plafones y cosas valiosas, estallaron azulejos de baños y afectaron la salud física y psicológica de sus moradores, como si hubieran estado estos en terremoto continuo, o guerra unilateral victimándolos por los demoledores atílicos, sin opción alguna de defensa, sin armas legales, puesto que la clausura fue extemporánea y prontamente levantada. Y agregado a ello, la otra demolición (de Tabasco 261), donde se construirá un edificio de siete pisos… ¡El rayo de las demoliciones ha caído dos veces sobre el mismo árbol!, bajo el auspicio de las autoridades que protegen a quienes pretenden construir lo que quieren, como lo ambicionan, sin importar los prejuicios que acarreen en inmuebles protegidos, sin humanidad alguna y con marcado desprecio por la vida, los derechos fundamentales humanos, la conservación ancestral inmobiliaria emblemática y la imposición de la destrucción en nombre del supuesto “desarrollismo”,
Edificar debe plasmar conciencia, estructurada en los valores éticos y quien no lo haga debe ser castigado. Porque la ética es la base, así como la integridad, responsabilidad, respeto en todas direcciones, para no afectar a los terceros, causándoles pérdidas para obtener utilidades basadas en permisos de construcción que no se deberían otorgar. Por ello, el propietario de T263, su familia y vecinos invitan a romper el silencio ante los constructores destructores no sólo de viviendas, sino del equilibrio y la tranquilidad a que se tiene derecho cuando se habita en una propiedad que es también heredad y lar de laboriosidad.